Fernando Adrián Zapata-.
Las calles revoltosas,de hace un tiempo,
se han vuelto desteñidas y espectrales
y hay varios màs que van,tras sus sustentos,
hurgando,entre podridos basurales.
Las aves se disipan en las plazas,
los perros y los gatos desesperan,
buscando una caritativa alma,
tras los caballos del carrero en brega.
Pandemias,pestes y miserias varias
desnudan la ruindad y el abandono
que sufre el pueblo humilde,en mil bandadas,
muy frente al privilegio de unos pocos.
Ranchada agraria y barrio suburbano,
con nuevos pobres,cientos y millares...
Apenas,muy,muy pocos han logrado
cubrir sus bàsicas necesidades.
Enfermo y sin hogar,sin pan ni empleo,
deambulo y atravieso campos y urbes,
contando con la ayuda de otro obrero
o de quien sepa que,estas crisis,crujen.